DaVinci Resolve en Linux: ¿es ya su momento?

El 14 de octubre de 2025 Microsoft finaliza el soporte de Windows 10, con lo cual, millones de usuarios de equipos de sobremesa y portátiles solo tendrán dos opciones si quieren seguir en el mundo PC: o actualizan a Windows 11, cuya compatibilidad no está garantizada, o a una versión LTSC de Windows 10, que tienen soporte hasta el 12 de enero de 2027.

Aunque hay una tercera vía, que es la que están adoptando muchos, muchísimos usuarios: ¡pasarse a Linux! Un sistema operativo gratuito, de código abierto y muchísimo más seguro que el de las ventanas.

De Linux ya hablamos en este vídeo que tienes aquí, así que vamos a actualizar el panorama, vamos a ver cuáles son las opciones más completas y, lo más importante, si podemos usar un programa de edición de vídeo profesional, como DaVinci Resolve, tal y como podemos en Windows, y si tenemos un rendimiento mejor o peor.

Primer disclaimer: cuidado al instalar Linux

Antes de nada, podríamos empezar hablando del gran problema que tiene Linux, y que se puede resumir en una palabra simple y categórica: soporte. Soporte de hardware y de software.

Si ya estás en este sistema, seguro que estarás pensando: «ya está Pedro en plan asustaviejas, ¡que Linux ya es muy amigable para novatos!». Y no te falta razón. Pero todavía se dan algunos problemas porque muchos componentes de hardware aún no están adaptados a Linux.

Y lo mismo pasa con el software. ¿Quieres usar la suite de Adobe? En Linux no puedes. ¿Quieres usar Affinity Photo? En Linux no puedes, al menos de forma oficial. ¿Quieres usar Microsoft Office? En Linux no puedes, a menos que te pases a la versión en la nube.

Así que, ¿puedes sacrificar ciertas funcionalidades de cierto hardware muy concreto que es posible que tengas? ¿Existe versión de ese programa que siempre usabas en Windows o Mac o, al menos, puedes usar alguna alternativa que esté más o menos a su altura? Si has respondido que sí a ambas preguntas, quédate por aquí.

Las cinco distros elegidas

Linux vive inmerso en una jungla de distribuciones, que en la jerga se llaman distros, que básicamente son el núcleo de Linux junto con una serie de servicios y programas empaquetados para hacer funcional a este sistema.

Llevo la friolera de veintidós años usando Linux de forma habitual y me he peleado con multitud de distros de todo pelaje. He probado cinco de las más usadas (y una un tanto especial) para ver cómo se desenvuelve DaVinci Resolve (que, recordemos, tiene versión para Linux) y en tareas del día a día.

Se tratan de Linux Mint, Pop!_OS, CachyOS, Fedora Linux y la distribución oficialmente soportada por DaVinci Resolve, Rocky Linux. He preferido tener un listado más equilibrado entre el clasicismo más estable y la vanguardia más audaz.

Voy a instalar de forma nativa estas 5 distros en un equipo portátil con una configuración un pelín complicada, ya que dispone de gráfica híbrida de Intel y de NVIDIA, en concreto una GTX 1660 Ti de 6GB, en una CPU Intel i7 de 9ª generación y 24 GB de RAM.

La clásica: Linux Mint

El clásico entre los clásicos. Linux Mint se basa en una de las referencias en el mundillo, Ubuntu. Ubuntu a su vez se basa en Debian y esto parece ya el Antiguo Testamento, así que, para no abrumarte, diremos que Mint es hija de Ubuntu con algunos retoques para hacerla tremendamente estable y amigable entre novatos. Es la opción elegida por PewDiePie recientemente, así que ya te puedes imaginar lo popular que se está volviendo.

• ¿Es fácil de instalar? Sí, de hecho, ha sido la más fácil de instalar de todas
• ¿Ofrece buenas herramientas y opciones de configuración? Sí, aunque de manera muy conservadora
• ¿Es fácil de usar? Sí. Si vienes de Windows 10, desde luego, esta es tu opción sobre todo si eliges la que tiene el escritorio Cinnamon
• ¿Es fácil instalar y usar DaVinci Resolve? Sí, haciendo uso del script makeresolvedeb. No me gusta depender de cosas que hace un particular ajeno a una empresa o fundación para que ese programa funcione, además, tocando la línea de comandos, pero el resultado vale la pena. El programa se mueve a la perfección (siempre que tengas un equipo que cumpla los requisitos mínimos) y, al menos en mi caso, no tuve ningún error extraño, más allá del ya famoso bug, todavía no resuelto en la versión 20.1, de los acentos en español, y de que la versión gratuita del programa no permite decodificar en algunos formatos comprimidos de uso muy extendido. Por eso, mi consejo es que, si estás en Linux, te vayas a la versión Studio

La futurista: Pop!_OS

Otra gran distro que ofrece un buen rendimiento es Pop!_OS, que está pensada, también, para trabajar con DaVinci Resolve.

• ¿Es fácil de instalar? A medias. Sí, si particionas automáticamente. Si no, no. Tuve que redimensionar particiones y el proceso de instalación se quedaba colgado continuamente.
• ¿Ofrece buenas herramientas y opciones de configuración? A medias. Si tienes gráfica NVIDIA puedes descargar directamente la iso con el driver incluido. Pero no ofrece muchas herramientas actualizadas (además, está basada en una versión de Ubuntu que tiene ya tres años) y da la sensación de que está un poco abandonada
• ¿Es fácil de usar? A medias. Si vienes de Windows será un infierno adaptarte a su entorno de escritorio.
• ¿Es fácil instalar y usar DaVinci Resolve? Sí, haciendo uso del script, pero en mi caso me daba constante el error de memoria de GPU llena. Esto seguro que se puede solucionar, pero quise probar las distros en su estado menos adulterado posible, para ver las posibilidades de serie de cada una

La alumna aventajada: CachyOS

Probablemente la distro más potente que existe ahora mismo es Arch Linux. Tanto es así, que es la base de maravillas de la ingeniería como SteamOS, la distro para consolas portátiles. El problema de Arch Linux es que es tremendamente complicada de instalar y configurar, así que hay otras distros, derivadas de esta, que nos hacen la vida más fácil a los usuarios de a pie. Algunas de estas derivadas son Manjaro, EndeavourOS o una nueva, que está teniendo un tirón impresionante, que es CachyOS.

• ¿Es fácil de instalar? A medias. Si haces el particionado automático es fácil, si no, es un poco lío y hay que instalar algunos paquetes al principio con unas opciones que pueden resultar un poco abrumadoras
• ¿Ofrece buenas herramientas y opciones de configuración? Un rotundo sí, aunque se nota que es una distro demasiado dirigida a gamers. Como curiosidad, el proceso de instalación y ejecución de programas es el más rápido que he visto de todas las distros que he probado en mi vida.
• ¿Es fácil de usar? A medias. No ofrece una tienda de aplicaciones al uso y se puede hacer cuesta arriba dejarla fina. Además, al ser rolling release se pueden romper cosas en el futuro. ¡Mucho cuidado si te decantas por esta opción!
• ¿Es fácil instalar y usar DaVinci Resolve? A medias. Es fácil de instalar, y de hecho, es la que más fácil lo pone, pero me daba error de GPU llena con mi configuración. Parece que no estoy teniendo mucha suerte con las distros que no son Linux Mint…

La más flexible: Fedora Linux

La otra gran distro de referencia en el mundillo Linux es Fedora Linux. Pero tiene algunos problemas, y es que hay que hacer ciertos retoques para dejarla completamente funcional, en un proceso que puede volverse un poco tortuoso si no se tiene experiencia.

• ¿Es fácil de instalar? A medias. La instalación automática es sencilla, no así la manual
• ¿Ofrece buenas herramientas y opciones de configuración? A medias. El kernel y los componentes incluidos están casi a la última, pero faltan códecs y componentes propietarios y la instalación de los drivers de NVIDIA es una odisea. Por ejemplo, no vas a poder hacer algo tan sencillo como reproducir un vídeo en h.264 si no instalas los códecs, con lo cual queda automáticamente descartada para usuarios muy novatos
• ¿Es fácil de usar? A medias. Y desde ya te informo que la versión KDE no es compatible con DaVinci Resolve usando los drivers propietarios de NVIDIA. De hecho, ¡hasta se me bloqueó al instalarlo! Así que necesitarás la versión con el escritorio GNOME, que encima viene con la versión vainilla, es decir, pelada de extras. Si lo que buscas es un sistema con una interfaz sencilla y robustez, Fedora es una buena opción, pero a poco que tengas que tocar algo a fondo lo puedes pasar mal
• ¿Es fácil instalar y usar DaVinci Resolve? No. Hacerlo compatible con los drivers de NVIDIA en un portátil ha sido un auténtico dolor de muelas y para colmo me daba el error de memoria de GPU llena

La oficial: Rocky Linux

Y por último, la distro que recomiendan desde Blackmagic Design, Rocky Linux. ¿Será por lo tanto fácil de configurar? Pues para mi sorpresa, no. 

• ¿Es fácil de instalar? No. El proceso es parecido al de Fedora Linux y no es intuitivo.
• ¿Ofrece buenas herramientas y opciones de configuración? Un no sin paliativos. Para empezar, viene pelada de programas y los que trae son antiguos. Además, es una distro que se nota que da por sentado que ya conocemos el sistema Linux, porque instalar aplicaciones o drivers de NVIDIA no es nada fácil.
• ¿Es fácil de usar? A medias. Si queremos un sistema muy estable y no nos importa usar Gnome, puede ser una opción, pero vamos a tener que tocar muchas cosas para hacerlo verdaderamente funcional.
• ¿Es fácil instalar y usar DaVinci Resolve? No, y esto es lo más decepcionante. Las dependencias no están instaladas por defecto, tuve que lanzar DaVinci Resolve en la terminal porque daba errores y, como en casi todas las demás, me daba el error de memoria de GPU llena.

De todas estas distribuciones mencionadas, a día de hoy, yo me quedaría con Linux Mint por las razones que he expuesto. Es donde mejor me ha funcionado DaVinci Resolve, ha sido la más fácil de instalar y de usar y tiene una comunidad enorme detrás que está haciendo un grandísimo trabajo, así que será difícil que quede abandonada al menos en a medio plazo.

El otro gran problema: las dependencias

Puede que te haya puesto los dientes largos con alguna de las distribuciones de las que he hablado y decidas dar el salto, pero claro, a lo que hemos dicho anteriormente, hay que sumar algo de lo que no he hablado: los conflictos de dependencias.

Es cierto que hay distros que son auténticas rocas, como Linux Mint, pero eso no significa tampoco que a lo mejor dentro de un año, o de unos meses, intentes iniciar el sistema, o tu DaVinci Resolve, y no te encuentres con algún error o algo peor, un kernel panic o algo así.

¿Y esto por qué? Pues por otro de los grandes quilombos de Linux: las dependencias. Bueno, en realidad es problema en Linux, en Windows, en Mac OS y en todos los sistemas, pero en Linux, dependiendo de la distro que usemos, vamos a tener componentes del corazón del sistema que se van a actualizar más regularmente y que van a provocar incompatibilidades con los programas que usemos.

Las distros de Linux se pueden dividir en dos grandes grupos: las de lanzamiento puntual y las rolling release, o de liberación continua. Estas últimas son distros que se van actualizando continuamente, para tener siempre lo último de lo último disponible. Por el contrario, las de lanzamiento puntual suelen tener un calendario de lanzamientos de nuevas versiones.

Por ejemplo, Ubuntu se actualiza cada mes de abril y cada mes de octubre, mientras que Arch, que es una distro rolling release, se actualiza constantemente y no ofrece versiones numéricas, por así decirlo, más allá de la del mes y día de la última que haya disponible para su descarga. Además, Ubuntu y otras distros ofrecen versiones LTS o Long Time Support, que dan soporte a esa versión en concreto, sobre todo en actualizaciones de seguridad y mantenimiento, durante mucho más tiempo.

¿Qué problema tenemos con las distros rolling release y, en menor medida, las de lanzamiento puntual? Pues que a veces se actualizan rompiendo cosas de la configuración que tengamos, sobre todo de programas que se han instalado de forma nativa y no en un entorno aislado.

Así que, en la medida de lo posible, elige una distro que sea de lanzamiento puntual y actualiza solo cuando sea necesario y sepas lo que estás haciendo.

Para mitigar esto de la manera más rigurosa y correcta posible, hay principalmente dos soluciones:

• La primera es crear por así decirlo «micro espacios» aislados de los componentes del sistema. Esto lo hace de forma automatizada gestores de paquetes como Flatpak, una opción cada vez más popular por la facilidad a la hora de instalar programas, por el gran repertorio de programas que trae, y por lo seguro que hace este proceso
• La segunda solución es aislar el núcleo del sistema a lo bestia. Es lo que se conoce como «sistemas inmutables», es decir, con los componentes completamente aislados de lo que instalemos después. Esto no es para todos los públicos, al menos todavía, porque hay que liar una buena zapatiesta para instalar programas como DaVinci Resolve. Un ejemplo de lo que es un sistema inmutable lo tenemos en Fedora Silverblue

Linux Mint tiene lanzamiento puntual, con lo cual es más estable, y puede ser tratada casi como una distro inmutable, instalando todo lo que se pueda mediante Flatpak y dejando los paquetes del sistema cuando sea inevitable. No se me ocurre ahora mismo algo más cercano a la experiencia como la de Windows sin sacrificar facilidad de uso. En todas las demás distros que he probado, dentro o fuera de este listado, he encontrado «algo» que fallaba.

Por todo esto, la pregunta que nos podemos hacer ahora es…

¿Vale la pena dar el salto a Linux?

Pongamos que tienes una productora audiovisual, con varias estaciones de trabajo dedicadas única y exclusivamente a desarrollar un flujo de trabajo de posproducción en DaVinci Resolve. Si esto es así, y si tienes un hardware plenamente compatible, Linux puede ser una alternativa excelente siempre y cuando elijamos una distro muy estable de lanzamiento puntual. Aquí, insisto, yo me quedaría con Linux Mint incluso por encima de la distro oficial.

Para el resto de los casos: pues… no. A ver, sí, pero con un gran pero. Windows 10 LTSC seguirá actualizándose hasta 2027, como ya he dicho, y seguiremos teniendo la posibilidad de darle caña a Photoshop, Premiere, Affinity Photo o a Fortnite, que no lo había dicho, pero no es compatible con Linux.

Pero, a igualdad de condiciones, por supuesto, yo me quedo con Linux. Las distros modernas barren a Windows en rendimiento y, aun con esa letra pequeña de la que he hablado antes, distros como Linux Mint van a hacer que tu experiencia sea incluso más satisfactoria que con Windows, porque puedes personalizar un montón de cosas y porque hay alternativas a ese Photoshop o a ese Illustrator, sobre todo si no lo vas a usar de manera profesional. Tenemos Gimp, tenemos Krita, Inkscape, el extraordinario Darktable o RapidRaw para revelado RAW, OnlyOffice y LibreOffice para ofimática y casi todos esos programas pequeños que siempre usamos tienen versión para Linux: OBS Studio, Xnview, Audacity, Spotify, Telegram y un largo etcétera.

Y, por supuesto, nuestro querido DaVinci Resolve.